El futuro de los neumáticos siempre ha sido muy incierto, ya que una vez utilizados y gastados por los medios de transporte no se sabía qué hacer con ellos, por ejemplo, en España se desechan unas 300.000 toneladas de neumáticos cada año, aunque la normativa prohíbe echarlos a los vertederos, en la mayor parte de los países no se respeta esta ley.
En la década de los años 60, en Estados Unidos se empiezan a realizar las primeras pruebas con los restos de estos neumáticos para sacar algún beneficio de ellos y uno de los resultados de estas investigaciones fue que se podían triturar para mezclarlos con el asfalto de las carreteras y mejorar así sus condiciones.
Las carreteras se hacen con un polímero sintético que se añade al betún para dar elasticidad. El caucho de los neumáticos sustituye a este polímero. Estas carreteras con caucho son entre tres y cinco euros por tonelada más caras que las tradicionales, pero dan mejor resultado y constituyen la solución a un problema medioambiental.
Sus ventajas son significativas: este asfalto ofrece una mayor adherencia, hace a las carreteras más resistentes, menos susceptibles a las altas y bajas temperaturas, menos ruidosas y hace que se filtre mejor el agua, en definitiva, más seguras para los conductores, además podría haber una reducción de impuestos debido a la disminución del gasto de conservación. Esta mezcla es especialmente adecuada en puentes y otras estructuras desarrolladas sobre suelos blandos y débiles por su ligereza.
Según las estimaciones, se gastaría un neumático por cada siete metros cuadrados de carretera y en un país como España se reciclarían 160.000 toneladas de polvo de neumático al año. A partir de 2002 es cuando se ha dado un mayor impulso a esta medida en nuestro país y, actualmente, es el segundo país más importante del continente en este tipo de producción e investigación.
Además de esta medida para el reciclaje de neumáticos existen otras medidas como la reutilización del metal y las fibras textiles del neumático o la quema de neumáticos en la alimentación de hornos industriales aunque se desprenden gran cantidad de sustancias tóxicas.
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