Recursos del siglo XXI (Miguel Esteban)

Miremos a donde miremos siempre nos salta a la vista uno de eso aparatos de última generación, desde carteles luminosos por la carretera a cámaras por la calle o gente hablando por el móvil. Estos aparatos se denominan  electrónicos y a día de hoy son la tecnología mas avanzada, la que mas beneficios da y la que más se está desarrollando. Digo desarrollando porque a cada nuevo gadget surge otro mejor y otro mejor después y uno mas, y así hasta…¿Cuándo?
Hay quien afirma que la electrónica esta divisando el límite, que en poco tiempo ya no podrá hacer mas mejoras en sus productos debido a falta de inversiones, de ideas,…de recursos.

El agotamiento de los recursos es una de las razones por las que esta teoría va ganando adeptos, pero los fanáticos de los chips ya están contraatacando con el descubrimiento de 2 nuevos materiales que, según los expertos, revolucionaran el mundo de la electrónica. El grafeno y el siliceno.

El grafeno es, a dia de hoy, uno de los descubrimientos mas impactantes en materia de investigación (sus descubridores ganaron el premio Nobel). Si queremos hacernos eco de esta ilusión con el descubrimiento de este material, debemos conocer sus características

-Es 10 veces más rápido en la transmisión de electricidad que el silicio, material que compone los chips electrónicos actuales.

-Extremadamente resistente

-Extraordinariamente flexible.

-Inusualmente elástico

-Transparente

-Ligero

-No se calienta

Pero ¿que es el grafeno?, ¿de donde  ha salido? El grafeno es un derivado del grafito, es decir es un material compuesto por carbono puro. De aquí sacamos algo esencial que le hace muy útil en esta sociedad de consumo: Es abundante. Los actuales pantallas táctiles están fabricadas con materiales en ocasiones contaminantes y sobre todo escasos, por lo que el grafeno puede ser su sustituto pues se han hecho ya las primeras pruebas con este material en aparatos táctiles y los resultados son satisfactorios.

Otra característica importante que le hace útil en estos rincones de la tecnología es su extrema finura ya que está compuesta por una única capa de átomos de carbono.

Sin embargo, tras este alarde de ventajas encontramos un problema. Su difícil extracción y producción. Como solución a esto los físicos de una universidad de Japón han desarrollado el siliceno un material prácticamente idéntico al grafeno con las mismas características, ni mejores ni peores, pero que le dan mas papeletas que a este último en la electrónica del futuro debido al alto conocimiento de la estructura del silicio y la facilidad para producirlo en masa.

Pero no solo la electrónica se está beneficiando de la investigación. Existe un recurso, del que ya se lleva hablando un tiempo, que podría revolucionar el campo de las energías: El hidrógeno

 Se trata de un recurso natural abundante (se obtiene del agua y recordemos que un 90% de la materia del universo es hidrogeno) y limpio que posee papeletas para convertirse en el combustible del futuro, ya que aparte de lo dicho…su uso como combustible es prácticamente ilimitado, ya que el hidrogeno quemado vuelve a la atmósfera, donde se une con el oxígeno para dar de nuevo agua. Si esto fuese viable se convertiría en el mayor descubrimiento en materia científica en décadas

Sin embargo el tema “Hidrógeno” sigue planteando dudas, pues hay gente que no lo considera una fuente de energía, sino un acumulador de esta. Su baja eficiencia es otro dato negativo así como que para poder utilizar la energía del hidrogeno es necesario extraerlo de otras moléculas, pues no se encuentra suelto en estado natural y esto resulta muy costoso con lo que aunque se tiene expectativa puesta en este elemento sigue estando en vías de desarrollo y uno de los ejemplos es la utilización de algas verdes (propias de los estanques) con objeto de producir ese hidrogeno que tanto nos interesa.

A estas algas se les modificaría genéticamente para aumentar la capacidad de captación de luz solar y con ello la liberación de hidrógeno. La idea que se maneja desde el proyecto algas es crear un bioreactor con gran cantidad de algas expuestas a la luz solar pero sigue sin ser económicamente viable, quien sabe en un futuro.

Pero algo tienen esas algas, algo tienen que están siendo objeto de otra investigación paralela a esta, la de obtención de biodiesel. Las algas que se están utilizando para este proyecto son muy eficientes y tienen un alto rendimiento por superficie. La técnica que se está siguiendo es la de inyectar anhídrido carbónico en estanques, tubos o balsas con algas a muy poca profundidad con objeto de aumentar la iluminación que motivara a estas algas a la segregación de grandes cantidades de aceites.

El proceso de obtención no es largo ya que además del rápido desarrollo de las algas, se las fomenta más aun con un control  de la temperatura y la inyección de CO2 y nutrientes. Esta idea que hasta hace poco tiempo solo era un proyecto piloto, se está comenzando a poner en practica a gran escala y puede convertirse (junto con el hidrogeno como no…) en la energía del futuro.

Además, debemos tener en cuenta que además de no contaminar (el proceso es completamente natural) ¡limpia! ¿De donde obtendríamos el CO2 en caso de que se desarrollara mas aun esta idea? Lo primero que nos salta a la cabeza es: Centrales térmicas. ¡A los expertos también les parece la mejor idea y es la que en un futuro cercano se tiene pensado utilizar!

Como hemos visto la tecnología no está estancada, y la investigación tampoco. El descubrimiento de las propiedades acumulativas del hidrogeno, las de producción de grasas en las algas y los múltiples avances en materiales derivados como el grafeno y el siliceno nos devuelven un poco la fe en la ciencia.